lunes, 26 de septiembre de 2011

Cuando empece a sentir lo que siento por ti, queriendo o sin querer, impuse tu felicidad a la mía. Me aseguré a mi misma, que si tú eras feliz, yo también lo sería. No, quizá no era, ni es, lo más justo... pero, tampoco tengo otra opción. Verás, yo nunca había estado enamorada de nadie, jamás había sentido nada de eso, sin embargo, ahora puedo describir perfectamente, lo que es, lo que se siente, y las consecuencias de "el amor no correspondido". Como he dicho al principio, antepones la felicidad de la otra persona, aunque no sea junto a ti, sino junto a otra. Te alegras por él aunque eso a ti, te duela en lo más profundo del corazón. Escuchas hablar de ella, de sus discusiones, de sus citas, de sus besos... y escuchas una y otra vez esa manera, ese tono de voz que se le pone a él cada vez que habla de ella. ¿Porque? Porque tú solo llegarás a ser eso, la amiga que escucha y comprende. Y más de una vez, desearías estar en su lugar, en el lugar de esa chica que le hace enloquecer, de esa chica que le puede enamorar.


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