martes, 10 de septiembre de 2013

El otro día, en una serie de televisión se planteaba, a una serie de personajes, redactar un escrito con cosas que hacer antes de morir. El tema me interesó bastante, pues, ¿quién no se ha llegado a plantear nunca una lista con las cosas pendientes antes de que su existencia termine? Las respuestas eran infinitas: Poner un pie en cada continente, aprender otro idioma, cruzar un país entero con una bicicleta, bucear con tiburones o delfines, pintar un cuadro, trabajar como voluntario, pasar 24h solo en una selva, tirarse en paracaídas, conocer a un ídolo, visitar las 7 maravillas del mundo, y un montón de cosas más. En ese momento, me planteé si yo quería hacer todas esas cosas, o al menos, una de ellas. Justo en ese momento, uno de los chicos que se encontraba en la escena, entrega su papel en blanco. Y al cabo de pocos días, se suicida. Por lo visto, no encuentra nada que hacer, nada que sentir, antes de morir. Entonces, me vuelvo a plantear que es lo que yo querría hacer. De que se compone mi lista, y me doy cuenta de una cosa. Simplemente, me conformo con vivir.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Ya desde el minuto uno en el que nacemos, nos están dando lecciones. Camina poco a poco para no caer. Aprende de tus errores, que éstos se conviertan en algo bueno en tu vida. A lo loco lo bueno dura poco, sin embargo, las mejores personas acaban siendo las que cometen locuras. Si juegas con fuego te quemas. Lucha por lo que quieres, no te rindas. La familia es la que toca, a los amigos los elegimos. Y mil frases más que todos habremos escuchado alguna vez a lo largo de nuestra infancia, adolescencia, o madurez. Sin embargo, y a pesar de que creemos saber cómo actuar en cada momento, nada de eso nos sirve hasta que realmente tenemos que enfrentarnos a una situación. Es decir, por mucho que hayamos escuchado que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, nosotros debemos tropezar mil y una para saber que es cierto. Tenemos que comprobar, que todo lo que nos han advertido durante años, es al fin y al cabo, una realidad.


Eso conlleva a una serie de cosas. A hacernos daño al caer. A intentar aprender de nuestros fallos. A apreciar el tiempo, pues al final se acaba. Dejar la locura para los momentos adecuados, o vivir siendo un loco. Que el fuego es peligroso. Que a veces rendirse, es la mejor opción. Y que para rendirse, antes se debe luchar. Que la familia al fin y al cabo, es la que está ahí te guste o no, y que los amigos a veces te fallan. Y que tropezaremos una y otra vez antes de darnos cuenta de que la vida consiste en eso. En levantarte una y otra vez a pesar de todos los tópicos, y en comprobar por ti mismo la cruda realidad.