domingo, 15 de abril de 2012

Hay personas a las que conoces de toda la vida, años y años. Sabes su nombre, sus dos apellidos, donde viven… Pero no llegan a decirte nada, no forman parte de tu vida. Son personas con las que solo compartes horas y minutos en blanco. Gente que a pesar del tiempo que habéis pasado juntos, no significa nada. Sois entre los dos, completamente indiferentes respecto al otro. Si, individuos que a lo largo del tiempo se acabarán esfumando. ¿Y que pasará entonces? Nada, en absoluto. Porque ni siquiera te darás cuenta de que ya no están. De que no sabes que es de ellos. Incluso ni te llegarás a plantear donde está ese o el otro.

Sin embargo, no todo el mundo es así. Por otro lado están esas personas que se apoderan de tu confianza en un par de semanas, que te demuestran mucho más en simples meses. Si, personas que a pesar del tiempo que pase, recordarás siempre. Que cambiarán tu vida al llegar a ella, y que se ganarán tu corazón. Que marcarán cada instante, y que podrán incluso dejarte sin aliento en ciertos momentos. Esas, son esas las personas que realmente valen la pena. Las que hacen que tu día a día sea mejor, más fácil. Esas que saben hacerte sonreír en los malos momentos aunque a penas sepan cual es tu color favorito o tu película favorita. Esas que pondrían la mano en el fuego por ti, y que tú la podrías poner por ellos.

La pena, es que de este segundo grupo… hay muy pocos. Cuesta encontrarlos, si. ¿Pero sabes que? Una vez lo haces y dejas que entren en tu vida, luchas e impides que salgan de ella.