domingo, 18 de diciembre de 2011

No ha sido un camino de rosas, pero en este mismo instante no desearía estar en otro lugar que no fuera este. Entre tus brazos. No nos lo han dado hecho, ha sido duro pero ha valido la pena. Las noches en vela, las lágrimas, los dolores de cabeza, las peleas… No importan, se desvanecen en el mismo momento en el que me abrazas, me besas, me sonríes, me acaricias… Ahora que estamos juntos, todo es más fácil. El dolor ha desparecido, no existe. A veces, necesitas un motivo por el que seguir adelante, por el que luchar, un motivo para no rendirte. Mi motivo eres tú. Tú eres quien le da dado sentido a mi vida. Tú eres el motivo que hace que este aquí, a pie de cañón.

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