martes, 21 de octubre de 2014

¿Las cosas van como van? ¿O como queremos que vayan?

Quizá es un tema que ya está muy visto, eso del destino (bah, que aburrido). Pero realmente me llama mucho la atención. ¿No os lo habéis preguntado nunca? (Realmente me gustaría que me respondierais a esta pregunta). A mí, personalmente me gustaría saber si las cosas que hago, si todo aquello por lo que lucho cada día, si cada decisión a la cual le doy mil vueltas antes de tomarla, si cada paso, cada golpe, caída…, realmente dependen de mi o no. ¿Existe realmente ese fenómeno que no puedo cambiar? ¿Eso que ya está escrito? Supongo que eso es algo que nunca se sabrá a ciencia cierta, y que en el fondo, no hay más remedio que conformarse.


Algo que me lleva a otro tema que no me gusta ni un pelo. He escuchado mil veces la frase de “es lo que hay”, y no lo soporto. Ambos temas van ligados, debido a que utilizamos la excusa de “pasará lo que tenga que pasar”, para rendimos y dejarlo ahí. ¿Cómo que pasará lo que tenga que pasar? ¿Eso es lo que dicta el destino y ya está? ¿Lo dejamos correr? Pues disculpadme, pero yo no estoy dispuesta a conformarme.


De verdad creo que debemos hacer lo que nos dicte nuestro corazón, dejando de lado si eso, ya está escrito en nuestro destino o no. No podemos rendirnos en ningún aspecto de nuestra vida poniendo como argumento (invalido, por cierto) algo que no podemos ni ver ni tocar. Exista o no, pasen las cosas por algo o no, mi vida irá como yo quiera que vaya, independientemente de todo lo exterior. Yo querré, me equivocaré, me caeré y me levantaré como cualquier otra persona, tenga o no que pasar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario