domingo, 29 de enero de 2012

Es cierto, no soy perfecta. No puedo prometer que conmigo serás un hombre que luzca siempre una sonrisa en la cara. Que todo será más fácil y que todo saldrá bien. No puedo prometerte un cuento de hadas, un final feliz, ni una princesa. Una solución para todo, y todo el trabajo ya echo. No te puedo prometer que esta historia será como la soñamos, que nuestros planes y objetivos se cumplirán. Que cruzaremos nuestras metas. No te puedo prometer que no cometeré errores, ni que tu tampoco lo harás. Que te querré siempre de la misma forma, ni que lo único que querrás es estar a mi lado el resto de tus días. No te puedo prometer que el sol saldrá cada mañana y que ninguna nube tendrá el valor suficiente para tapar su luz. ¿Pero sabes que? Lo que si puedo asegurarte, es que permaneceré a tu lado a pesar de cualquier cosa, de lo bueno y de lo malo. Quizá no te querré siempre como el primer día, porque es posible, que cada día te quiera incluso más. El trabajo no estará echo y no tendremos siempre una solución para todo, pero podremos con cualquier cosa si estamos juntos. Nuestra historia será como nosotros decidamos que sea, como nosotros la escribamos. Cometeremos errores, pero sabremos rectificar. No puedo prometerte una sonrisa cada día, pero si el empeño para que tus labios la muestren siempre que sea posible. No te puedo prometer una princesa, pero te puedo ofrecer a una chica que siente por ti más de lo que puede soportar, una chica que es real. Una chica que está aquí solo por un motivo. Que está aquí por ti.

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